No fue nada fácil encontrar una cueva submarina y por eso he querido escribir un poco más sobre este proyecto. Si aún no has visto el proyecto, te recomiendo que lo veas antes de leer este post.
Todo comenzó con una asignatura que impartía Nereida Jiménez mientras estudiaba en el último curso de la ESDA.
La asignatura se llamaba Slow design y este proyecto se basaba en su método made in good. El objetivo era realizar un proyecto con la finalidad que nosotros quisiéramos a través de la meditación, mi finalidad era comunicarme de forma no convencional con Raissa Quintão.
Raissa es una persona que conocí durante mi erasmus en Porto, ella se encargó en mayor parte de descubrirme todo el mundo que puede haber fuera, se podría decir que ella me enseñó las claves para aprender a volar.
Antes de terminar mi erasmus, escribí una historia sobre nuestra relación para su cumpleaños;
“Hoy voy a contarte una historia, una historia que todavía no esta terminada.
Había una vez un mundo imaginario, en el que los peces vuelan entre las nubes, los barcos navegan por tierra y las personas nacen con ilusiones. En uno de mis viajes y explorando una cueva submarina, encontré a una sirena que estaba preocupada porque no encontraba sus sueños; aunque en realidad si sabía como encontrarlos. Ella me contaba todas las aventuras que recorrió a lo largo de su vida y empecé a querer tener sueños similares a los de ella.
Comencé a visitar esa cueva diariamente, ya que era el único sitio en el que un ser de mar y uno terrestre, podían encontrarse. Cada día, mis sueños crecían, queriendo saber más y más de todos sus viajes y experiencias. Esta cueva se convirtió un lugar muy especial; pero desafortunadamente las cuevas submarinas de este mundo no duran para siempre, pues tienden a desaparecer después de un tiempo. En este momento, intento encontrar uno de mis muchos sueños y se trata de poder encontrar otra cueva, para cuando esta desaparezca y poder reunirme con la sirena. Seguro que en algún momento encontraremos otra, para poder seguir hablando de nuestros sueños y poder encontrarnos de nuevo.
Gracias por alimentar mis sueños.”
Esta es la historia en la que basé la gráfica y concepto de este proyecto y el resultado de las sesiones de meditación se concluyó en:
Realizar un contenedor de experiencias que se enviará a diez personas del mundo para que lo completen. Cuando llegue a manos de diez personas se enviará a Raissa Quintão.
Toda la gráfica del proyecto se va a basar en la historia escrita para ella.
Es muy importante el concepto de viaje debido a las experiencias que ella ha vivido viajando y conociendo mundo.
Este contenedor se compone de:
- Una plantilla recortada para que, cada persona que reciba el contenedor, realice una fotografía de la ciudad en la que está.
- La historia de la cueva submarina.
- Un manual de instrucciones.
- Un cuaderno para rellenarlo de experiencias.
El cinco de diciembre de 2016 el proyecto empezó a viajar y el 2 de Octubre de 2018 el proyecto volvió a mis manos tras haber pasado por nueve ciudades y cinco países diferentes pero todavía quedaba un último destino, Belo horizonte, Brasil.
No sé si fue cosa del destino, pero los astros se alinearon para que pudiera entregar personalmente el proyecto a Raissa. El 9 de Octubre de 2018 emprendía mi viaje para visitar a Raissa en Brasil.
Fue un viaje increíble, visitando diferentes ciudades del país con la compañía de Raissa.
Al final decidí entregarle el proyecto después de todo el viaje. Cuando ella volviera a su casa después de despedirse, lo encontraría guardado en su habitación.
Así fue como terminaron los 702 días de viaje de este proyecto que al final terminó en las manos de Raissa Quintão.
Nereida escribió sobre el proyecto en su página web, si queréis saber un poco más sobre el método slow visitad el post